Contexto | Pleito por la herencia de los bienes dejados por Diego de Herrera Arias. La demanda contra la partición de bienes es presentada por Carlos de Silva, capellán y hermano de Ana de Silva, que había sido la primera mujer de Diego de Herrera. La parte contraria es Inés de Contreras, viuda de Diego de Herrera, con quien había contraído matrimonio tras la muerte de su primera esposa, y que había casado en segundas nupcias con un jurado de Sevilla, Bartolomé Pérez Ramos. Carlos de Silva ocupaba la capellanía que había fundado Ana de Silva, y de la que se le debían ciertas rentas. La carta fue presentada por el propio Carlos de Silva para justificar la necesidad de recibir parte de las cantidades que se le debían por dicha capellanía, con el objetivo de justificar los gastos que le estaba suponiendo el pleito, y por tanto la necesidad de que se le abonara dicho dinero. En su demanda, Carlos alegó que el fallecido no disponía de bienes previos a su matrimonio con su difunta hermana, por lo que todos los bienes conseguidos por éste en Sevilla, procedentes de sus negocios en Indias, formaban parte de los bienes gananciales del matrimonio, en función de lo cual reclamó los cincuenta mil ducados, equivalente a la mitad de la valoración de los bienes y que sería la parte que correspondía a su hermana, de la que era heredero. |