Contexto | Félix Martínez López interpuso denuncia a su mujer, Bernardina Sarabria, y a un compañero suyo, Jose María Castro Caminero, por adulterio. Fue visto en primera instancia por el rector de la Universidad de Valladolid, a cuyo claustro pertenecían ambos, que les halló culpables y les ordenó interrumpir todo contacto entre ellos. Ante la continuación de los encuentros en casa de terceros e incluso en su propia casa estando él enfermo, Félix Martínez presentó otra nueva denuncia ante la Chancillería de Valladolid. Presentó entonces diversos billetes y cartas. En uno, copia del original, intentó probar que había advertido a Castro de que cesara los encuentros con su mujer; los restantes fueron escritos por Bernardina a su marido, en los que reconoció la existencia del adulterio, se intentó justificar y le pidió su perdón. En sus declaraciones, Bernardina reconoció la autoría de las cartas y justificó el adulterio como víctima de la seducción de Castro, quien la había cortejado a través de cartas qu se entregaban por una criada de la confianza de Bernardina, que también fue interrogada y condenada tras reconocer los hechos y su mediación necesaria. La sentencia final reconoció como probada la acusación de adulterio reincidente, por lo que se ordenó una reclusión de 8 años para Bernardina donde dispusiese su marido (que fue en el Colegio de San Nicolás de Bari de Madrid) y de presidio en África para Jose María Castro, destino que por motivos de salud le fue conmutado por el de Fuerte de la Concepción, en San Sebastián. |