Representação em facsímile
[1695]. Copia de carta de fray Apolonio de la Natividad, fraile agustino, para sor Teresa de San Jerónimo, monja.
Autor(es)
Apolonio de la Natividad
Destinatário(s)
Teresa de San Jerónimo
Resumo
El autor escribe a sor Teresa de San Jerónimo para explicarle sus experiencias místicas y pedirle consejo para amar a Dios.
me sucede esto, quando he dormido poco la noche, y no creo, que sea
el sueño, que tienen las personas espirituales en la oraçion, los efetos, que
en mi deja son estos, el ver el alma, que al istante que ha dormido, deseosa
de suplir aquella falta se contentaria de prosiguir la oraçion; yo, madre,
no veo otra cosa aqui en el Profesorio; quien se queja, quien padeçe penas de
infierno, quien esta afligido, y congoxado; parece, que todos padezcan; yo
solo, me pareçe, que no padezca nada, ni tampoco me viene d ello deseo.
Por tanto bivo con miedo, creyendo, que en lugar de adelantarme me atraso;
ni me diga Vm que este mesmo miedo sea mi quietud, porque me dura por
un quarto de hora al dia, y façilmente lo echa de mi la frequençia de
estas operaçiones que siento; y asi soy un alma sin amor, sin Cruz; todos,
parece, que segun mi inclinaçion me respeten, ni siento que me den alguna
molestia ni Dios, ni los hombres; Vea pues madre mia, y aconsejeme lo que
devo haçer; Vea si quiere que yo mortifique en algo mi cuerpo, trayga
çilicios, o, que me astenga algo de comer; aconsejeme, segun le parece, que sea
la voluntad de Dios, y le ruegue, que ponga todo en execucion; Las pasiones
de la honra son mas bivas ahora, que nunca, muy poco, o, nada de provecho
veo haver hecho regulando mi vida con la de nro Señor JesuChristo;
otros dicen, que de lo que eran, y son se han mudado como del Cielo
a la tierra, pero yo confieso la verdad, soy mas miserable ahora, de lo
que era entonçes, ni crea, que sea humildad, porque hablo con una madre
descubriendola mi coraçon; las operaçiones, que yo siento, me haçen conjeturar
que estoi en graçia de Dios, y asi me haçen estar el hombre mas bienaventurado
del mundo; pero quitando estas, que son cosas de Dios, el remanente es un coraçon
de miserias; si se me representa el padeçer, se me achica el coraçon