El autor escribe a fray Felipe de los Rubielos, interesándose por su estado de salud, pues parece que el destinatario ha estado indispuesto, y le da algunos consejos para que se sienta mejor. Le pone al día del resto de novedades que le atañen, especialmente las relacionadas con sus sentimientos religiosos, pues se siente afortunado por la fuerte presencia que el Señor tiene en su vida y todo lo que hace por él.
Alabado sea el SS Sacramento
Aunqe Vmd hayga hechado lo qe anoche tomó, y aunqe no lo ay-
ga hechado tome Vmd una xicara de chocolate de a onza sin pan
a no ser qe la necessidad compela a esto: esto sera a el recibo de esta
Si es gusto de el señor qe Vmd ayune mas, puede hacer qe el estomago
no retenga la comida; aunqe para conozer yo, si en caso qe no la
retuviesse proviene de causa natural o sobrenatural. le digo, qe to-
me chocolate, y con un vaso de agua; y si practicada esta diligencia,
si parece otra vez, o dos, de tomar algun sustento ligero, no lo re-
tuviesse el estomago, y Vmd tuviesse vigor y fuerzas suficientes,
para la oracion, la cabeza firme de ya es otra cosa. Aun quando
el estomago no retuviesse la comida, tomar dos o tres bocanadas
de agua para humedezerse las fauces y esto tres o quatro veces
a el dia, como tambien quitarse el silicio y omitir la disciplina,
segun siente el p Alcantud. Si estuviera Vmd en donde yo pudiesse
hablar boca a boca y en donde se pudiesse estar a la misa entonces
seria tal vez otra cosa: pero si Vmd padece algun deliquio en especi-
al de noche, sin poder llamar ; yo temo eso. escrivir lo qe ayga ocu-
rrido. Carisimo p mio: son las dos y media cerca y conti
nuando con el que Vm se a servido comunicarme digo qe
la mañana a sido mui buena y corta la debilidad del esto
mago aunque la naturaleza spre dice yo soy la que
padezco; pero las fuerzas me parece son muchas; y mas
aora que salgo de tener cerca de dos oras de oracion
para desagrazia del sor de los excesos que se cometen en es
tas oras en las mesas profanas, y demas con la gula
con un total olvido de sus divinos preceptos. y por mi qe
no me cave pequeña parte. E sido tan favorecido de
la misericordiosa mano del sor que mi alma se derrite
en su amorosa presencia; el abrasado amor de los se
rafines me parecia poco para alavar y engrandecer
al sor Al principio de la meditacion a sido sobre