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Maarten Janssen, 2014-

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1800. Carta de Juan Ximénez Llamas, presbítero de la villa de Belmonte, para Juan Manuel de Alcantud, franciscano descalzo.

ResumoEl autor informa a Juan Manuel de Alcantud de los últimos acontecimientos en torno a la beata María Isabel Herráiz, pues ha habido alborotos por parte de sus detractores. A pesar de ello ha habido más personas que se han acercado a su obra y de hecho ha aumentado la asistencia a la iglesia e incluso algunas personas acompañan a la beata en sus salidas, por lo que él mismo ha tenido que intervenir para evitar atropellos. Le da noticia del estado de algunos amigos comunes. Finalmente le cuenta que ha recibido la carta del cura de otra localidad, quien le insta a que reconduzca la situación de la beata, algo que a ella le ha molestado porque no quiere que nadie impida sus obras.
Autor(es) Juan Ximénez Llamas
Destinatário(s) Juan Manuel de Alcantud            
De España, Cuenca, Villar del Águila
Para España, Cuenca
Contexto

El proceso se abrió por alumbrados contra María Isabel Herráiz, la beata de Villar del Águila, entre 1802 y 1808. Se trata de un amplio proceso en el que se incluye a muchas otras personas que tienen relación con ella y se les acusa de ser cómplices en las ilusiones de María Isabel Herráiz. Ella creía que Jesucristo se encontraba en ella, por lo que no podía comulgar, incluso algunos otros acusados afirmaban que veían a Jesús hecho Niño en el pecho de la acusada. Cuando ella abjuró reconoció los errores que había declarado, errores que se debían al mal espíritu que había sido el causante de todas las señales que ella había recibido, las revelaciones, visiones que ella había creído que eran verdaderas y enviadas por Dios. Lo mismo ocurría con la creencia que María Isabel Herráiz tenía de que el Señor se había colocado en su pecho y que se había consagrado en su cuerpo para efectuar una reforma general en el mundo por su ministerio y para el establecimiento de un nuevo Apostolado y que había de morir en Roma y su cuerpo subir a los cielos al tercer día, hechos que estaban anunciados en el Apocalipsis y otros libros sagrados. María Isabel Herráiz alegaba que todos estos pensamientos los había tenido por culpa del demonio, quien había transformado y acalorado su imaginación, ofuscado su entendimiento, entorpecido su razón para no descubrir el engaño. Justificaba que sus cómplices fueron buscados e inducidos por ella. En su declaración alegó que no pactó con el diablo sino que fue él el que la poseyó. Asimismo, reconoció que permitió la adoración de la que fue objeto, pero todo fueron artificios diabólicos. Los alborotos que se dieron en su pueblo tampoco fueron culpa suya, puesto que algunas personas creyeron en ella pero todo fue obra del diablo porque esas personas estaban en mal estado. Parece que hubo alborotos y excesos por parte de los "endiablados" o creyentes en la Beata Isabel. En la parte superior del folio 28r un anotador ha escrito: "Del cura Llamas a Alcantud" y "diciembre 11 de 800".

Suporte un folio de papel doblado en cuarto, escrito por recto y verso del primer cuarto y por el recto del segundo cuarto.
Arquivo Archivo Diocesano de Cuenca
Repository Inquisición
Fundo Procesos de delitos
Cota arquivística Legajos 642-643, Expediente 7825
Fólios Pieza 20, 28r-29r
Transcrição Laura Martínez Martín
Revisão principal Gael Vaamonde
Contextualização Laura Martínez Martín
Modernização Gael Vaamonde
Data da transcrição2014

Page 28r > 28v

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Ave Maria Purissima

Mi Mas estimado y querido P Lector: He recibido la de Vm con

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la adjunta, y me alegro de su salud, y de la paz, y sosiego qe no dudo tendra
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en su corazon, no obstante los motivos qe ay para alterarlo: Hemos
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hecho la Novena, y funcion de nra Madre Purissima con felizidad
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pero con muchos ruidos, y Alborotos del enemigo, qe ademas de las con
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sabidas se ha puesto en otras para exercitarlas, manifestando publica
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mente su rabia, y oposicion contra esta obra, una de ellas ha sido el
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tio Guardia, qe se ha puesto como el Cojo en sus principios, tan fu
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rioso, y desatinado, qe era largo el referir las cosas, qe han ocurrido, y
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tan publico, qe aun en la Yglesia em medio del mayor concurso saltaba
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con las suyas: Los designios del Sr en esto me parece son claros: pues de
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esto ha resultado una commocion Gl en las gentes ,qe estaban atemori
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zadas, una assistencia qual nunca al Novenario tanto por la mañana
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como por la noche, y nuebas conversiones aun de aquellos qe al parecer
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estaban mas lexos de creer estas cosas; Y lo mas particular, qe lo mas de
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la gente, aun los hombres se esperaban hasta qe salia N. para acom
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pañarla hasta su casa, tanto qe para evitar atropellos tuve algu
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nas noches, qe assistir para contener las gentes, qe a porfia anda
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ban para acercarse, y besarle la mano; Mal viene esto con el reglamto del
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papel de los Sres, que aun no he recibido. En mi mano no esta el contener
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estas cosas, solo puede el qe las muebe. Lo de Guardia solo ha durado
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la furia unos quantos dias, ya esta en su tono regular, pero mucho mas
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fervoroso, pues dexando otras cosas particulares, qe ha tenido, se le ma
[25]
nifesto el Sr en el pecho de N. con tanta claridad, y certeza, qe aun
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que se ofrezca poner la cabeza por asegurarlo esta dispuesto para ello.
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El Cojo ha tenido la misma manifestacion, y esta cada dia mas famoso.

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